4 de febrero de 2014

Luciano Arruga: 5 años de dolor e impunidad



El día 31 de enero de 2009, Luciano Nahuel Arruga de 16 años de edad fue secuestrado, torturado y desaparecido en la localidad de Lomas del Mirador, por negarse a robar para la Policía Bonaerense.
Luciano fue visto por última vez la madrugada del sábado por dos testigos, cuando a golpes, efectivos lo introducían en un vehículo policial. Más tarde, un tercer testigo, declaró haberlo visto en el destacamento golpeado y ensangrentado.
Reclutado y desaparecido luego de una seguidilla sistemática de amenazas, detención ilegal, y torturas, tarea imposible de llevar a cabo sin la complicidad política municipal, provincial y nacional en función, se inició inmediatamente una intensa campaña de búsqueda desde su entorno más inmediato.
 Las irregularidades en la investigación se intensificaron junto a las amenazas a familiares, amigos y testigos de la causa, caratulada como “Averiguación de paradero” hasta diciembre de 2012, luego de una ardua lucha por girar el caso al fuero Federal para pasar a ser investigado como “Desaparición forzada de persona”.
Si bien la causa principal ya está en manos del fuero Federal, la Justicia provincial aún continúa con la investigación de la causa anterior (la de la detención y tortura sufrida el 2008, donde fue golpeado y amenazado), por la que se encuentra detenido desde el 7 de enero de 2013 el oficial principal de la Bonaerense, Julio Diego Torales, al que se lo acusa de “severidades” en lugar de “torturas”. Ninguno de los ocho policías implicados contra los que hay pruebas contundentes, fueron imputados. Tiempo después de haber sido separados del cargo, fueron reincorporados en otras comisarías del partido de La Matanza bajo la simple figura de testigos.
El caso de Luciano es solo una muestra del accionar policial, el mismo que se encarga no solo de reclutar a los pibes para que roben para ellos. Estos mismos policías después, amparados por las leyes y los gobiernos de turno, criminalizan la pobreza. Pobreza que se agudiza en el marco de ajuste que está llevando a cabo el gobierno kichnerista a la clase trabajadora, mientras que despliega un abanico de fuerzas represivas para contener  y reprimir la protesta social. Estas fuerzas represivas están  constituidas como engranaje de la gran maquinaria de acumulación que existe por y para reproducir un orden desigual, detienen y torturan tanto moral como físicamente en cárceles y comisarías y asesinan a una persona en situación de vulnerabilidad todos los días. Este sistema capitalista  demuestra históricamente que al interior de sus propias reglas, ser pobre es un pecado mortal, o más bien, un estigma que criminaliza y anula la condición humana.
Es por esto que desde Antorcha proponemos la organización de la juventud como herramienta para denunciar y combatir este sistema de explotación y opresión.

¡Por la aparición inmediata de Luciano Arruga!
¡Por el derecho a saber!
¡No a la baja de  la edad de imputabilidad!
¡Basta de criminalizar la pobreza!
¡Basta de criminalizar la protesta social!
¡Por un proyecto socialista revolucionario!